Hay que seguir tres normas
1) Todos los hijos son iugales: No se diferencia ni por edad, sexo o filiación, y tampoco si son adoptados o naturales.
2) Heredan antes los grados más cercanos: por ejemplo, hereda antes un hijo que un nieto.
Imaginemos que en una herencia viven todos los hijos, reciben todos los mismo, es la llamada «herencia por cabezas«.
Pero si uno de los hijos fallece antes, heredarán sus hijos (nietos del causante) y lo harán por partes iguales pero solo la parte que le correspondiera a su padre o madre.
Es sencillo de entender, si Adolfo fallece sin testamento, y tenía 2 hijos, Pedro y Pablo, pero Pedro, falleció antes que su padre Adolfo, la herencia se reparte así: el 50 % para Pablo (que vive) y el 50% restante para los hijos de Pedro, que tiene dos, y por tanto, heredan 25% cada nieto.
Esto es así por el derecho de representación, y así se respeta lo que hubiera heredado Pedro si viviera.
3) Si el causante estaba casado, (sin divorcio o separación de por medio), heredan los hijos (o nietos), pero el cónyuge tiene derecho al tercio de mejora de la herencia en usufructo vitalicio.