El tercio mejora se ha utilizado de siempre por el testador para «mejorar» en la herencia a alguno de sus herederos forzosos.
Un ejemplo rápido: Pedro tiene dos hijos, Juan y Lucía, al redactar su testamento deja a cada hijo la legítima, pero el tercio de mejora se lo da a Lucía que ha sido quien lo ha cuidado los últimos años.
De esta manera Juan solo hereda la legítima y Lucía hereda la legítima y todo el tercio de mejora.
Si el testado Pedro, no dice nada en el testamento sobre el tercio de mejora, éste se reparte a partes iguales entre los herederos Juan y Lucía y, por tanto heredan lo mismo.
Siempre es importante que la mejora se formule de manera expresa para evitar problemas con el resto de herederos.